En los últimos días ha rotado en redes sociales información acerca de los efectos secundarios que genera el uso de termómetros infrarrojos en la cabeza de las personas argumentando que generan daños irreversibles en las neuronas pero ¿es esto cierto?

Esto es FALSO, estos dispositivos son receptores no emisores de energía, tengamos en cuenta la siguiente información:

  1. Estos termómetros usan un sensor infrarojo para medir la temperatura de una superficie o cuerpo realizando una lectura del nivel de emisiones infrarrojas bajo el fenómeno de radiación
  2. Estos termómetros identifican la radiación térmica del cuerpo medido y la transforman en energía eléctrica para obtener una medición
  3. Cuentan con un sensor capaz de captar la radiación infrarroja que emiten todos los cuerpos que se encuentran a una temperatura superior al cero absoluto. 

En este sentido, estos termómetros emplean sensores pasivos que no producen ningún tipo de radiación o emisión, lo que ocurre es un fenómeno de lectura de la radiación infrarroja producida por una superficie o cuerpo la cual llega al lente del sensor.  Una vez allí, la energía captada es convertida en una señal eléctrica que mediante diferentes técnicas de procesado de señales es convertida en una medida de temperatura comprensible para nosotros, por lo tanto, no constituyen un riesgo potencial por uso único o repetido.

La toma de temperatura no se recomienda en sitios distales al centro del cuerpo como brazos o manos, ya que la lectura puede no ser exacta en estos puntos.  Una toma rigurosa de la temperatura nos ayuda a identificar de manera temprana uno de los síntomas más frecuentes de Covid-19 y evitar que se produzca contaminación cruzada, es decir que una persona contagiada ingrese a un sitio donde hay personas sana.


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